Uno de los males que amenazan nuestra salud física, psíquica y espiritual, es el estrés. Por eso, una propuesta contra el estrés: dedicar todos los días un tiempo a leer y meditar la Palabra de Dios. No es una propuesta nueva. Numerosos autores la hacen. Por ejemplo, nosotras como cistercienses, San Bernardo nos dice:
" Fíjate en la mesa que te he preparado, para que no vivas sólo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, y con la fuerza de ese alimento corras por el camino de sus mandatos."Te presentamos unos pasos muy sencillos para rezar personalmente con un texto de la Biblia:
1.- Procura tener tranquilidad; quédate serenamente expectante. Cierra tus ojos y abre tu corazón, sin ansiedad, al encuentro con Dios. "Habla, Señor, que tu hijo escucha".
2.- Elige un texto de la Biblia. Invoca al Espíritu Santo. Vete leyendo lenta, muy lentamente, con pausas frecuentes. Piensa que Dios te está hablando a ti con esas palabras que estás leyendo.
3.- Que la lectura no sea interesada, ni busques solución a tus problemas, sólo disfruta de esa lectura que Dios te regala hoy.
Seguiremos compartiendo pasos sencillos...
¡AHORA LEE Y SABOREA LA LECTURA DE LA PALBRA DE DIOS!
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