Esta semana me preguntaba, Carmina. ¿Cómo invitar a los jóvenes a vivir ese encuentro? ¿Cómo motivarles para disfrutar de este tiempo de adviento?
Respondo con un vídeo, escúchale y después sigue leyendo...
Necesitamos, en estos momentos, abrirnos a la esperanza, al encuentro. El Adviento es el tiempo de las oportunidades, la liturgia nos invita: Dios está con nosotros, sigue guiando nuestros pasos; escuchemos su voz, repartámonos en caricias, besos, abrazos, apoyo, silencios compartidos, amor, sonrisas y esperanzas. Será la mejor preparación para encarnarse el Verbo en nuestra vida.
La maravilla del Adviento se encuentra en lo simple y ordinario.
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