¿Cómo encontrar descanso cuando el trabajo es excesivo y las preocupaciones turban la mente incesantemente?
A veces sentimos un gran cansancio: se consume nuestra energía, falta sentido a nuestra vida, no se ve la salida, nos dejamos caer y caer. Es el momento de bajar a lo más profundo y dejar que la presencia de Jesús vuelva a ser cimiento.
No nos agota lo que hacemos, sino el "desde dónde lo hacemos".
Queremos aprender de la humildad de Jesús y dejar todo lo que nos inquieta en sus manos, por eso:
Regálate, hoy, un momento para cerrar los ojos, respirar profundamente y darte permiso a una sonrisa en tus labios.
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