A la luz del texto de Isaías 41, 13-20, urge tomar una decisión: temer o confiar.
Si entras dentro de ti, puedes encontrarte con temores o confianzas: ¿Temor a la soledad, a la enfermedad, a tomar decisiones, a perder lo que tenemos, a no ser aceptados? ¿Confiamos en el poder, prestigio, fama o confías en Dios?
Si entras dentro de ti, puedes encontrarte con temores o confianzas: ¿Temor a la soledad, a la enfermedad, a tomar decisiones, a perder lo que tenemos, a no ser aceptados? ¿Confiamos en el poder, prestigio, fama o confías en Dios?
Tú y yo somos ese pequeño pueblo, y se nos dirige una palabra de vida: Confía en el Señor, voy a salir a tu encuentro.
La confianza se encarna en la bendición. En vez de quejarme ante las circunstancias, es mejor bendecir por y en ellas. Un ejemplo, Dios sea bendito en aquella situación que no comprendo y me supera. Bendice a aquella persona que no soportas, o no aceptas, o te ha traicionado.
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