En las dos últimas huellas presentaba unas pautas para comenzar la oración; otras para escuchar la lectura. Ahora presentaré algunos puntos sutiles para una lectura personal y orante de la Biblia:
6.- Puede ser que algunas expresiones de la lectura te conmuevan, que despierten en ti resonancias nuevas y profundas; quédate en ellas. Da vueltas en tu mente y en tu corazón rumiando y saboreando tales expresiones. Toma un lápiz y subraya o escribe esa frase, esa impresión.
7.- Si en la lectura aparecen nombres propios como Israel, Moisés, Rut... sustitúyelo por el tuyo como si fueras tú ese personaje.
8.- Si la lectura no te dice nada, no te alteres, mantente en calma y paz. Puede suceder que ese mismo pasaje, leído otra día, te diga mucho más.
DISFRUTA DE UNA LECTURA PROFUNDA CON LOS PASOS QUE TE HE PRESENTADO.
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