Después de reflexionar sobre el paso de cómo comenzar la oración: teniendo tranquilidad; eligiendo un texto de la Biblia; leer desinteresadamente. Vamos a pasar a escuchar la lectura.
4.- No leas sólo con los ojos. Mientras vas leyendo lentamente, escucha a Dios: él te está hablando de tú a tú. Las palabras escritas hace siglos las está pronunciando ahora el Señor para ti. Escúchalo con atención serena, sin ansiedad alguna. "María a elegido la mejor parte".
5.- No te esfuerces en averiguar qué puede significar esta frase, esta palabra, esta cifra, sino qué me está queriendo decir el Señor a mí con estas palabras. Y si alguna palabra no te dice nada o no te dice mucho, sigue adelante con calma y libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario