Para un judío las obras
buenas son el ayuno, la oración y la limosna. Y estas son los tres aspectos de
la cuaresma de un cristiano. O, bien podríamos decir que es un programa de
vida:
-
El ayuno: es abrir la persona en lo más
EXTERIOR. Abstenerse de cosas. Las cosas las solemos absolutizar.
-
La limosna: es esa disponibilidad, para
ello se necesita una SENSIBILIDAD. Requiere condiciones: sin ruidos, con gozo,
reconocer la limitación, la pobreza.
-
La oración: es ÍNTIMA. Ora a tu Padre
que ve en lo escondido.
Estas tres obras van
del exterior al interior. Ese es el camino de una monja y es el camino de un
cristiano. Porque todo hombre y mujer es un MONJE – SOLO.
TE
INVITAMOS EN ESTA CUARESMA A HACER ESE VIAJE DEL
EXTERIOR
AL INTERIOR.
PARA
ELLO PUEDES ABRIR LA VENTANA QUE IGUAL TIENES CERRADA
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