Entramos en el segundo domingo de cuaresma, nos adentramos la espesa nube cuaresmal.
Jesús toca para tranquilizar en el
episodio de la Transfiguración: “ Y de la nube salió una voz que decía: “Este
es mi Hijo querido, mi predilecto. Escuchadlo”. Al oírlo, los discípulos
cayeron de bruces temblando de miedo. Jesús se acercó, los tocó y les dijo:
“¡Levantaos, no temáis!” Alzando la vista, no vieron más que a Jesús solo” (Mt
17,5-7). A veces tenemos miedos: miedo a que no me valoren; a la soledad; al
fracaso; al dolor; a fallar a la gente; o a que la gente a la que quiero me
falle; tantas cosas…. ¿Hay algo que me asusta en este momento de la vida? hay
muchas cosas en el mundo que asustan, dan miedo pero es aquí en este mundo
donde tengo que caminar y afrontar los retos ¿cuáles son los retos en este
momento de mi vida? Jesús les toca con ternura y les da ánimos, ahora nos dice Jesús:
¿por qué tienes miedo, sabes que yo estoy contigo? Si Jesús está contigo no
tienes nada que temer.
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