¿Has preparado tus velas?
Nos vamos a hacer varias preguntas. ¿ESTÁS LISTO PARA EMPEZAR?.................
¿Cómo acercarme al Espíritu? ¿Cómo puedo prepararme para recibirlo?
Seguimos preguntándonos: ¿Está tu barco listo para navegar? ¿Es apto para el mar? ¿Has preparado las velas? ¿Están ellas listas para recibir el viento del Espíritu cuando Él comience a soplar en ti?
Es como prepararse para un acontecimiento sumamente importante: como cuando te ibas o te vas a casar, como cuando ibas a hacerte sacerdote o consagrarte en la vida religiosa... Pasas tiempo en planes y preparación para ese momento en que te has de parar frente al altar.
Reza en el silencio de tu habitación o de un sagrario y plantéate las preguntas que nos hacíamos arriba.
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