Ayer celebrábamos la memoria de San Antonio (abad). Un hombre que tras escuchar la palabra de Dios: Mt 19,21 decide comenzar una vida ascética, entrando en contacto con otros monjes, se retira a la soledad.
Me preguntaba, ¿cómo San Antonio se hizo tan humano en un desierto? La clave de él fue Cristo.
En las siguientes huellas lo seguiremos compartiendo.
Una soledad que humaniza.
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